La jornada se prometía larga y apasionante y, desde luego, no defraudó. Ya a primeras horas el día se ofrecía radiante. El comienzo, en Bujaruelo, de postal.
Tras unas dos horas de remontar el inacabable valle de Bujaruelo, se llega al puerto, frontera natural entre España y Francia y primer contacto con la nieve en el flanqueo horizontal que bajo la pared norte del Taillón nos conduce hacia Sarradets
Llegando al cuello de Sarradets surge la primera gran visión de la etapa: Glaciar, Falsa Brecha, Dedo y Cima del Taillón.
Metros después, un panorama de ensueño: Gavarnie
Al llegar al refugio, la Brecha asoma en lo alto. Hay bastante movimiento en el lugar.
Tras cruzarla, el camino discurre paralelo al paredón del Bazillac. Cuando éste termina un capricho de la geología nos flanquea el paso.
La cima ya está al alcance de la mano, aunque es un decir pues aún queda más de media hora de esfuerzo.
La cima es siempre la mitad del camino así que muy a mi pesar, emprendo la bajada tras haber repuesto fuerzas. Las vistas que se ofrecen ahora siguen siendo de escándalo. Brecha y Casco.
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